Siempre va
un paso adelante, flameando al ras del deseo, acariciando el reflejo del dolor.
Se acerca,
nos provoca para que la atrapemos y luego se aleja. Y así nos entretiene.
Cuando
logramos atraparla, con vehemencia nos aferramos, alucinando seguridad.
La ilusión de
tenerla entre las manos, nos da certeza y nos hundimos enteramente en el alivio.
…y se
escurre entre los dedos, esculpiendo cicatrices, conectándonos con la realidad.
Renace la
sensación de desamparo inexorable del ser humano.
Y así sucede
LA VIDA, va y viene, se acerca y se aleja.
Pero siempre adelante, alimentándonos de
perseverancia, siendo, una
interminable espera.
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